Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Capitulo 697 Después de un viaje de aproximadamente dos horas, llegamos al pueblo justo cuando el cielo comenzaba a oscurecer. Antosabé del asiento del conductor y, en lugar de dirigirse directamente a la entrada del edificio, abel maletero del carro, Marisol, intrigada, lo siguié y que estaba lleno de cajas de regalo con productos nutritivos.

Marisol sorprendida, preguntd, “Por qué trajiste tantas cosas?” Antosacé todas las cajas y con una sefial de su barbilla le indic6é que cerrara el maletero, “La Ultima vez que vine, fue todo muy apresurado y nopreparé bien, asi que ahora vengo a compensar.” Marisol cerré el maletero aun en shock, viendo cémo él cargaba bolsas y cajas que casi le dificultaban caminar.

Durante los meses que habian compartido después de casarse, se habia dado cuenta de que, a pesar de su aparente despreocupacion, él era alguien muy atento y considerado.

Para ser honesta, él habia hecho todo lo que un sobrino politico deberia hacer.

Marisol se mordi6 el lay dijo con timidez, “Antonio, realmente no tienes que complicarte tanto.” “iVamos arriba!” fue todo lo que dijo Antonio.

Subiendo los escalones, llegaron a una antigua puerta de seguridad. Antes de que Marisol pudiera sacar las llaves, la puerta se abrié desde adentro como si alguien hubiera estado esperando, listo para recibirlos al menor ruido.

Antonio, ya llegaste!” tia Perla exclamé con entusiasmo.

Marisol, completamente ignorada detrés de él, se quejé con disgusto, “iTfa Perla, también estoy aqui!” Tia Perla apenas le lanzé una mirada fugaz antes de tomar a Antodel brazo y llevarlo adentro, “Antonio, entra, te cansaste manejando? Siéntate en el sofa y torgegalgo de agua. Solo faltan un par de platos por terminar, descansa un poco y pronto cenaremos.” Marisol siguié a regafnadientes y rodé los ojos en silencio.

En la cocina, la campana extractora zumbaba. Al entrar, una variedad de platos, pollo, pato, ganso, pescado, casi todo estaba presente. Para alguien ajeno, pareceria un banquete imperial, incluso mas elaborado que la Ultima. vez. “jCuantos.platos!” Viendo a ta Perla sudando de tanto trabajar, Marisol no pudo evitar fruncir el cey decir, “Ta Perla, no se esfuerce tanto, con un par de platos sencillos estarfa bien. El no es ningln presidente para hacer todo este alboroto. Ademas, no es un extrafio, no hay necesidad de preparar tantos platos cada vez que viene. jCon algo sencillo basta, solo tiene una boca y con eso come!” “No sabes nada, nifia,” tia Perla le reprendié.

Marisol, resignada, observé cémo tia Perla seguia ocupada en la estufa. Al salir de la cocina, encontré a Antoapoyado en el marco de la puerta. Sus ojos parecian perezosamente entrecerrados y dirigidos hacia ella.

Acababa de hablar mal de él, asi que se sintié un poco culpable. Estaba a punto de decir algo cuando él de repente pregunto, “;Asi que no soy un extrafio?” “iEh?” Marisol no entendié al principio.

Parecia que habia dicho algo asf, y después de todo, él era el sobrino politico que él mismo habia mencionado.

Antoapag6 el cigarrillo que sostenia a medias y se acercé a ella. Se incliné y la besé rapidamente en los labios, luego dijo perezosamente, “Voy a ayudar a tia Perla con la comida.” Marisol, con la cara roja y cubriéndose la boca, estaba aténita No habia esperado tal ataque sorpresa. Se sentia caliente incluso en la nuca, pero por suerte nadie lo habia visto. Sin embargo, al ver la sonrisa en sus labios y el destello en sus ojos, parecia estar de muy buen humor.

(Todo por ese comentacasual? La cena transcurrié en un ambiente alegre, las risas adornaban cada rostro, y la timidez de su primer encuentro habia desaparecido. Incluso Marisol se sentia como si Antorealmente perteneciera a esa casa, no habia nada forzado en su presencia.

Cuando todos se sentaron, tia Perla de repente se levantd y fue a la cocina. Al regresar, traia un pastel de cumpleafos que colocé en el centro de la mesa.

Al abrir la caja exterior, revel una superficie cubierta de frutas frescas con una pequefia placa de chocolate blanco en el centro que decia “Feliz Cumpleafos*, tan hermoso que daba pena comerlo.

Marisol no pudo evitar sorprenderse al ver la escena, “(De quién es el cumpleafos hoy? Jordi ya lo celebré hace tiempo, ;y los de tia Perla y Sayna no son hasta fin de afio?” Prima, qué despistada que eres! jHoy es tu cumpleafios!” murmuré Sayna con asombro.

(Mi cumpleafios?” Marisol se quedé aténita.

Saco su celular y eché un vistazo al calendario. jEfectivamente, hoy era su cumpleafios! No se habia acordado en absoluto! *Mira a esta nifia, tan despistada que hasta se olvida de su procumpleaiios,” dijo tia Perla entre risas. “Pero hablando de eso, yo también he estado tan ocupada con el trabajo desde que volvi, que tambiénolvidé. Por suerte, Antollamé para recordaque hoy era tu cumpleafios y él fue quien encargé que trajeran esta tarta.” Oo0ooooo | Oo Marisol se giré hacia Antonio, aténita.

El se estaba levantando de su silla, caminando hacia la puerta del salén para apagar las luces.

Sayna ya tenfa el encendedor en la mano e instaba a su prima, “jVamos, pide un deseo antes de soplar las velas!” *jClaro!” Marisol trag6 saliva.

Con las manos juntas y sinceramente colocadas frente a su pecho, cerré los ojos y pidié su deseo.

Su deseo de cada aera mas 0 menos el mismo, ya que sus padres habian fallecido temprano, solo queria que su familia y amigos siempre fueran felices y saludables.

Después de unos diez segundos, Marisol abrié los ojos de nuevo.

En el titilar de las velas, los ojos de Antola miraban fijamente, su rostro apuesto destellaba en la luz de las llamas, impactando su corazén sin preaviso.

Con la respiracion entrecortada, escuché su voz grave decir, “Sra. Pinales, feliz cumpleafos.” Las manos de Marisol debajo de la mesa se entrelazaron, sintiendo claramente el latido acelerado de su corazon.

Esa noche no bebieron alcohol, principalmente porque Jordi estaba tomando antibiéticos. Bebieron refrescos en su lugar. Mientras Marisol ayudaba a recoger los platos y los llevaba a la cocina, tia Perla se acercé y le dijo, “Antoacaba de decique van a pasar la noche en un hotel, y yo le di permiso.” “Ah... jOh!” Marisol se quedé estupefacta, asintiendo.

No entendfa por qué Antohabia sugerido algo asf, tal vez pensé que su cama no era cémoda? También le sorprendid que tfa Perla hubiera accedido, normalmente uno esperaria que ella quisiera que Antose quedara.

tia Perla vacilé un momento, aclaré su garganta y dijo con un asentimiento, “Bueno, esta bien que se vayan, asi no despertaran a Jordi.” Marisol casi se muerde la lengua, Con el rostro ardiendo de vergiienza, deseaba poder esconderse en una grieta del suelo. jQué bochorno! No levantd la vista hasta que salieron de la casa. Al salir del edifiresidencial y subirse al Cayenne negro, se abroch6 el cinturén de seguridad y alzé la vista hacia el perfil nitido de su acompanante.

“Antonio, ;cémo supiste que era mi cumpleafios?” pregunté Marisol, rascandose el cuello con cierta vacilacion.

Antoestaba arrancando el carro, manejando el volante. Al girar, le eché una mirada de reojo y sonrié con despreocupacion, “Lo vi cuando nos registramos en el registro civil.” 212 (Registro civil? Capitulo 698