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¿Tuvimos un hijo

Capítulo 23
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Capítulo 23

Para su sorpresa, Anastasia se sintió tensa cuando vio a Jonás. Sin embargo, no tenia derecho en

intervenir en la preferencia de vestimenta de su cliente, aun cuando se habla sobre negocios. Por

consiguiente, Anastasia tomó asiento pronto en el sillón y entregó el documento a Jonás.

-Puede darle un vistazo al documento que disene para usted, presidente Campin. Hágame saber si

debo hacer cambios.

Luego de hojear el documento, Jonás hizo un cumplido a modo de complacencia.

– Son increibles! Cómo era de esperarse de una diseñadora capaz. Me gustan sus diseños, señorita

Torres.-dicho esto, sirvió una taza de té para Anastasia—. Tome un poco de té y luego hablaremos

sobre el contrato.

-Uhm, no tengo sed acabo de comer con mis compañeros justo ahora.-Anastasia lo rechazo con

educación.

-No tiene por qué verse como una persona extraña, señorita Torres. ¿Cómo negar una taza de té

cuando ya está en mi casa? Es irrespetuoso, ¿no?–Jonás le hizo saber que estaba molesto.

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Mientras tanto, Anastasia observó la taza de té y tomó una decisión. antes de que tomara la taza y lo

bebiera.

– Presidente Carmín, ya es tarde, ¿por qué no firmar el contrato ahora? Mi compañero me espera

afuera.

– Su compañero?-la mirada de Jonás quedó en alerta.

-Sí. Mi compañero me trajo porque yo no manejo. Es difícil conseguir un taxi aquí. Necesito de su ayuda

para que me lleve a casa.- Anastasia explicó con una sonrisa implicando que alguien esperaba por ella

y que podría presentar una queja a la policia en caso de no poder salir.

-Bueno, tengo que revisar de nuevo el documento ya que no lo hice hasta ahora. Por favor, espere un

momento.-Jonás habló antes de volver a ver el documento. No obstante, estaba viendo la reacción de

Anastasia por el rabillo del ojo.

«¿Y qué importa si tu compañero te espera afuera cuando ya bebiste el te? Puedo comprar su silencio

una vez que esto acabe».

El té que Anastasia bebió fue especialmente preparado por Jonás, pues debía poseerla esta noche.

Luego, podría usar algo de dinero para comprar su silencio y todo habrá terminado. Era la estrategia

que Jonás usaba siempre y todas aquellas mujeres terminaban en la palma de su mano, por lo que

esperaba que Anastasia fuera igual de obediente. Mientras esperaba a que Jonás terminara con el

documento, de repente Anastasia sintió sudor frio en su cuello así como un calor en su pecho. Pensó

que el aire acondicionado de la sala de estar no era lo suficientemente fuerte. Jonás lo notó y se

apresuró a servirle otra taza de té.

-Señorita Torres, parece como si tuviera calor. iTenga otra taza de té!

Sin darse cuenta de que algo andaba mal, Anastasia tomó la taza y la bebió. Aunque el té helado la

relajó por un momento, ella no sabia que había consumido más narcóticos.

– ¿Hay algo mal con el documento?-Anastasia preguntó con mortificación pues ya deseaba salir.

Тео

CUS

-No hay nada de malo con él y creo en su capacidad también. Espere, debo ir al excusado un momento.

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Para este punto, Jonás intentaba hacer tiempo debido a que los narcóticos necesitaban tiempo para

tener efecto. Para cuando Anastasia estuviera afectada, ella aceptaría cualquier cosa que le

o lado, Anastasia seguía pensando en el aire acondicionado, ya que comenzaba a sentirse caliente y su

rostro estaba ruborizado. Fue hasta que sintió una sensación en la parte inferior de su cuerpo que supo

que algo estaba mal.

«¿Por qué mi cuerpo se siente como adormecido? Es como… Es como si mi cuerpo estuviera en llamas

y mi conciencia y raciocinio se desprenden de éste. Será que…)

Anastasia giró hacia su taza luego de ver la tetera del té. De pronto, algo llegó a ella y de inmediato se

levantó y salió de la sala de estar. Cuando Jonás regresó a la sala y vio que Anastasia no estaba ahí, se

apresuró a ir tras ella para ver cómo se tambaleaba hacia afuera.

– ¿A dónde va, señorita Torres?-la voz diabólica de Jonás se escuchó.

– ¿Qué le pusiste a mi bebida?

-Anastasia Torres, has logrado capturar mi vista. Eres muy hermosa y no hay manera en la que no me

gustes. ¿Por qué no te quedas esta noche? Seré gentil contigo.- Justo entonces, las verdaderas

intenciones de Jonás fueron reveladas.

– Aléjate de mí. Yo no ofrezco nada más que mis diseños. Aléjate!-rugió Anastasia.

— Fuiste drogada. Si no encuentras a un hombre que te ayude, te sentirás muy incomoda pronto.